Ajetreada como cualquier ciudad cosmopolita del mundo, la capital venezolana tiene de todo un poco para complacer a lugareños y visitantes. 

 

La búsqueda constante de nuevas experiencias y, el afán por capturar esos instantes y detalles que hacen que la vida valga la pena, es lo que condujo a este Par Sin Rumbo a una nueva aventura, esta vez nos dirigimos al oeste de la ciudad para llegar al populoso sector capitalino conocido como Casalta, ubicado en la parroquia Sucre.

 

Atraídas por la naturaleza, nos encontramos con un espacio de siembra urbana, donde pudimos apreciar: cosechas de maíz, lechuga, cilantro, pimentón y auyama. Una breve pero deliciosa cita con la Pacha Mama y su riqueza en medio de la concurrida Caracas.

 

Luego arrancamos en el ‘Adimovil’ y nos fuimos a El Laguito en Fuerte Tiuna, en un reencuentro con el reverdecer que nos ofrece la madre tierra, para disfrutar del esplendor de este lugar, tomar algunas fotografías y disfrutar que es parte primordial de este proyecto.

 

Así terminó otra de las aventuras de Un Par Sin Rumbo, nos vemos en una próxima odisea para recorrer otro de los fantásticos lugares que nos ofrece nuestra hermosa Venezuela, tierra de gracia y de la mayor de todas las riquezas: su gente.

 

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